Sima Qian nació en la Dinastía Han y fue considerado como el padre de la historia china por su trabajo “Actas del Gran Historiador” (Shiji).
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Gracias a su labor, el reinado han fue capaz de controlar las regiones occidentales y desarrollar la ruta de la seda que benefició los intercambios culturales y comerciales entre Oriente y Occidente
El padre de Sima Qian sirvió al emperador Wu de la Dinastía Han como gran escribano. En el año 126 a.C, organizó un viaje para Sima Qian a través del país. En ese entonces, Sima Qian tenía sólo 20 años, de modo que se benefició mucho este viaje. Además de recabar una rica colección de documentos históricos que ampliaron sus ideas y mejoraron su conocimiento, hizo nuevos amigos.
Cuando terminó el viaje fue nombrado como acompañante del palacio, así que a menudo acompañaba al emperador Wu a inspeccionar varias áreas del país. Continuó coleccionando y grabando registros de historia local cada vez que viajaba con el emperador. Luego heredó el trabajo de su padre y llevó a cabo un proyecto ambicioso de producir la primera historia completa de China, que ya había empezado su padre, el “Shiji”.
Sima Qian creía que los historiadores debían ser imparciales y debían tener una personalidad independiente, además no debían hacer eco de los deseos del emperador.
Sima dedicó mucho tiempo y esfuerzos para grabar figuras y eventos históricos objetiva e imparcialmente. Colectó detalles de la historia y verificó la consistencia y coherencia, sin importar que tan difícil fuera el trabajo. Trató lo mejor que pudo de asegurar que sus registros fueran comprensivos y objetivos.
Un desafío que Sima Qian tenía, era cómo grabar las acciones del emperador y de su padre, así decidió grabar todo, bueno y malo. Esto irritó al emperador Wu.
En 98 a.C, Sima Qian se involucró en el caso de la renuncia del general Li Ling a Xiongnu. Sima fue la única persona que defendió al general Li en la Corte, y esto enfureció al emperador. Wu ordenó que lo pusieran en la prisión a esperar su ejecución por el crimen de difamación. Para mantener la promesa que hizo a su padre de completar el trabajo monumental de Shiji, Sima Qian eligió conmutar la pena de muerte por la humillante y dolorosa castración.
Luchó en contra de sus ganas de cometer suicidio –lo que era un pronóstico seguro por tal penalidad de ser castrado- y dedicó cada minuto a su trabajo. En 91 a.C, a la edad de 55 años, terminó sus registros históricos de Shiji después de 10 años de arduo trabajo.
“Actas del Gran Historiador (Shiji)” es la pieza maestra más extraordinaria de la primera historia completa de China en el tiempo de Sima Qian. Cubre más de 2.000 años de historia, desde el Emperador Amarillo al Emperador Wu de Han, con 520.000 palabras cubre 3.000 años de historia China.
Shiji está compuesto por historias de la gente, desde sus gobernantes, reyes, emperadores, familias reales a la nobleza y familias feudales. También incluye los bienes comunes con principios, rituales sociales, música, calendario, astronomía, literatura y economía.
Las citas de Sima Qian en Shiji como “nada más que la verdad” y “no jactancia sin encubrir”, han sido muy elogiadas por los historiadores chinos. Poniendo su honor personal a un lado, dejó a las generaciones venideras un registro sobresaliente de la extensa historia de la antigua China.
Cuando terminó el viaje fue nombrado como acompañante del palacio, así que a menudo acompañaba al emperador Wu a inspeccionar varias áreas del país. Continuó coleccionando y grabando registros de historia local cada vez que viajaba con el emperador. Luego heredó el trabajo de su padre y llevó a cabo un proyecto ambicioso de producir la primera historia completa de China, que ya había empezado su padre, el “Shiji”.
Sima Qian creía que los historiadores debían ser imparciales y debían tener una personalidad independiente, además no debían hacer eco de los deseos del emperador.
Sima dedicó mucho tiempo y esfuerzos para grabar figuras y eventos históricos objetiva e imparcialmente. Colectó detalles de la historia y verificó la consistencia y coherencia, sin importar que tan difícil fuera el trabajo. Trató lo mejor que pudo de asegurar que sus registros fueran comprensivos y objetivos.
Un desafío que Sima Qian tenía, era cómo grabar las acciones del emperador y de su padre, así decidió grabar todo, bueno y malo. Esto irritó al emperador Wu.
En 98 a.C, Sima Qian se involucró en el caso de la renuncia del general Li Ling a Xiongnu. Sima fue la única persona que defendió al general Li en la Corte, y esto enfureció al emperador. Wu ordenó que lo pusieran en la prisión a esperar su ejecución por el crimen de difamación. Para mantener la promesa que hizo a su padre de completar el trabajo monumental de Shiji, Sima Qian eligió conmutar la pena de muerte por la humillante y dolorosa castración.
Luchó en contra de sus ganas de cometer suicidio –lo que era un pronóstico seguro por tal penalidad de ser castrado- y dedicó cada minuto a su trabajo. En 91 a.C, a la edad de 55 años, terminó sus registros históricos de Shiji después de 10 años de arduo trabajo.
“Actas del Gran Historiador (Shiji)” es la pieza maestra más extraordinaria de la primera historia completa de China en el tiempo de Sima Qian. Cubre más de 2.000 años de historia, desde el Emperador Amarillo al Emperador Wu de Han, con 520.000 palabras cubre 3.000 años de historia China.
Shiji está compuesto por historias de la gente, desde sus gobernantes, reyes, emperadores, familias reales a la nobleza y familias feudales. También incluye los bienes comunes con principios, rituales sociales, música, calendario, astronomía, literatura y economía.
Las citas de Sima Qian en Shiji como “nada más que la verdad” y “no jactancia sin encubrir”, han sido muy elogiadas por los historiadores chinos. Poniendo su honor personal a un lado, dejó a las generaciones venideras un registro sobresaliente de la extensa historia de la antigua China.